No hay honor, ni hay ética, ni hay moral en las guerras inspiradas en los intereses del capital, concebidas para el exterminio, calculadas para borrar del mapa a sus víctimas. No son guerras de guerreros, son guerras de empresarios y magnates, políticos y banqueros, paras quienes existen solo negocios, clientes y consumidores y para quienes lo demás es basura.
Por Alberto Morales Gutiérrez
El Edén, ese espacio mágico que la Biblia define como el paraíso terrenal y que, según describe ese libro mítico, fue habitado originalmente por Adán y Eva, quedaba en el valle del Tigris y el Éufrates. Fue en torno a estos dos ríos que surgió la civilización mesopotámica. Son de allí ciudades legendarias y también bíblicas como Ur, Uruk, Babilonia y Nínive.
Ya en términos científicos, las excavaciones arqueológicas dan cuenta de que, en este mismo territorio, surgieron y se desarrollaron civilizaciones como la sumeria, la acadia, la babilónica y la asiria. Así pues, tanto la ciencia como algunas religiones, coinciden en ubicar en ese valle el inicio de la civilización occidental.
Tales ciudades y culturas se desarrollaron en lo que hoy se conoce como Irak, un país cuya historia es milenaria y cuya cultura iluminó, como un faro, al mundo conocido desde 6.000 años antes de nuestra era. Fue allí en donde surgieron hechos extraordinarios como la invención de la escritura, los canales de riego, la formulación de leyes codificadas, la construcción de imponentes monumentos. El mismo país que fue convertido en “el eje del mal”, satanizado hasta el infinito, invadido, carcomido, vilipendiado, escupido, arrasado por “las fuerzas del bien”: Estados Unidos, el Reino Unido, España y otros 34 países más.
Fue en el año 2003.
La transmisión en directo del bombardeo sobre Bagdad marcó un hito. La televisión mundial registró el hecho como si se tratara de un partido de fútbol, con comentarios y entrevistas antes, en y después de la debacle. Bush y su gobierno mintieron al pueblo de los Estados Unidos, mintieron a sus medios de comunicación, a su Congreso, a las Naciones Unidas, para justificar la invasión, argumentando que Sadam Hussein, su antiguo aliado, contaba con un poderoso arsenal de armas de destrucción masiva que podría acabar con el occidente del mundo. Todo fue falso: las “pruebas”, las fotografías de inteligencia, los testimonios.
Entusiasmados con la idea de que ese bombardeo devastador denominado “Operación Impacto y Pavor” era infalible, advirtieron que sería una guerra relámpago que solo duraría tres semanas. También en eso faltaron a la verdad. Se vivió allí una confrontación aterradora durante más de siete años. Un número superior a los 100.000 civiles fueron sacrificados, violando las más mínimas normas del derecho internacional. También allí hubo una masacre. Muchos de los países que integraban esas “fuerzas del bien” son los mismos que apoyan decididamente la bestialidad que el sionismo está protagonizando hoy con el pueblo palestino. Ya están acostumbrados.
Es difícil encontrar un ejemplo más representativo de la estupidez de un gobernante (George Bush), la incompetencia de la cúpula militar estadounidense, la ausencia total de planeación, la descoordinación más patética. Sacaron a Hussein y no sabían qué más hacer.
La tapa de la torpeza invasora fue la orden de desmovilizar al ejército iraquí, pues dejaron sin trabajo a miles de militares que terminaron migrando a la insurgencia y nutriendo no solo a los grupos extremistas, a los yihadistas, sino al Estado Islámico de Irak.
Otros de las grandes damnificados de esta tragedia fueron el Archivo Nacional y la Biblioteca de Bagdad, cuyo saqueo y posterior incendio arrasó con auténticos e invaluables tesoros milenarios. El historiador Fernando Báez dice, con razón, que la identidad cultural de Irak fue borrada, que se cometió allí el primer “memoricidio” del siglo XXI.
Desaparecieron, según un registro posterior, desde ediciones antiguas de Las Mil y una Noches, pasando por los tratados matemáticos de Omar Khayyam, los tratados filosóficos de Avicena, Averroes, Al Kindi y Al Farabi; las cartas del Sharif Husayn…
Ni qué decir de los estragos en el Museo Arqueológico de Bagdad.
Estas guerras de tierra arrasada, concebidas desde la lógica de hacer desaparecer al enemigo, de no dejar piedra sobre piedra; a la manera de lo que el Estado Judío de Benjamín Netanyahu, con el apoyo de los Estados Unidos y sus aliados, protagoniza hoy en Palestina, es la barbarie en su más nítida expresión.
En los impulsadores de esas guerras no existe el concepto del honor. “La moral del honor es una moral de guerrero” sentencia Catón, porque “el guerrero no teme ni la muerte a la que se expone ni la muerte que inflige”. No es extraño entonces que, en la Roma antigua, un guerrero honorable debiera mostrar valor tanto en el campo de batalla como en la vida corriente. Mire usted que, en la ética de la Roma de esos tiempos, mentir no estaba prohibido porque fuera una ofensa a los dioses. No, la mentira estaba prohibida porque probaba que el mentiroso no tenía el valor de decir la verdad y asumir las consecuencias.
No hay honor, ni hay ética, ni hay moral en las guerras inspiradas en los intereses del capital, concebidas para el exterminio, calculadas para borrar del mapa a sus víctimas. No son guerras de guerreros, son guerras de empresarios y magnates, políticos y banqueros, paras quienes existen solo negocios, clientes y consumidores y para quienes lo demás es basura. Un ejemplo inequívoco en Colombia, es la lógica de la guerra paramilitar.
El infierno está aquí, es ahora. Noam Chomsky, recién resucitado, hace una reflexión desgarradora en su texto ¿Quién Domina el Mundo? (Penguin Random House 2019) cuando afirma: “Es difícil encontrar palabras que reflejen el hecho de que los humanos se enfrentan a la pregunta más importante de su historia (¿la vida humana organizada sobrevivirá en algo semejante a la forma en que ahora conocemos?) y la están respondiendo acelerando en la carrera al desastre…”
El gran Alfredo Molano Bravo, que tanto pensó este país, que tanto vio y vivió sus tragedias, que tanto analizó sus causas e identificó a los engendros del mal que lo han sacrificado sin misericordia, le susurró a su nieta, recién nacida, una petición que habla de esperanza: “Antonia, te pido: préstame una pestaña para barrer mis penas y atrapar mis alegrías”
24 respuestas a «La tierra arrasada…»
Alberto, apreciado compañero en esta búsqueda por reflexionar el estado actual de la historia ha rescatado un eslabón muy importante de esta mortal cadena de eventos que estamos viendo hoy en este epílogo de la civilización.
La matanza de Irak como la de Afganistán Siria libia Libano precedieron a la de hoy
Lo mismo que la de Yugoslavia precede a la Ukrania todas bajo el rotulo de la libertad americana que tiene enceguecidos a todos con los cantos de sirena de la tecnología…
Gracias por esta columna tan importante en el momento justo.
Hola Eduardo. Muchas gracias por tu lectura y por tu comentario. Veo muy acertada tu caracterización: vivimos en e el epílogo de la civilización.
Sí, querido Alberto. Frente a tantos partidarios declarados del Sionismo que justifican los más horrendos crímenes emocionan voces, como la tuya, que gritan para que despertemos de ese marasmo que nos impide recobrar un poquito de humanidad.
Martha agradezco mucho tu lectura. Creo, como tu, que la gran batalla a emprender es la de recobrar la humanidad perdida.
Un comentario light.
Esperado el momento , domingo, cama, café y tu columna
Un fuerte abrazo
Juan, no es un comentario light. Me emociona y me halaga que estas reflexiones sean esperadas. Un abrazo grandísimo
Trietemente este fabuloso relato de hechos acaecidos en el mundo, motivados por el embriagamiento de poder solo traen dolor y odios.
esto es loque se vive a diarion en nuetro pais en pueblos marginados, en terrenos cultivables a quiens terratenientes, grupos al margen de la ley a fuego y sangre sacan campesinos y todos felices porque como es conmigo
Hola Jesus, muchas gracias por tu lectura y comentario. Claro que nuestro país no es la excepción.
Tremenda. Inmensa cátedra sobre la barbaridad que sin creerlo, nosotros mismos patrocinamos. Surjen al mismo tiempo interrogantes sobre la barbaridad en nuestra casa, COLOMBIA.
Carlos Januario, me genera mucha gratitud tu lectura y tu opinión. Desde luego las barbaridades de nuestra casa exigen una revisión urgente. Debemos empezar por visibilizarlas.
Me tocó este. Demasiado bueno. Me hizo pensar que el infierno es este, que el diablo somos nosotros que vemos la injusticia por todas partes y estamos arrunchados. Que la historia es falsa, que hay mucho por hacer…
Hola Alejandro. Qué bueno verte por aquí. Muchas gracias por leer y comentar. No dudo que hay mucho por hacer. Esa conclusión tuya es alentadora
Lástima que la PAZ parezca una guerra perdida.
Todavía los jóvenes no se le rebelan a los viejos opresores que hacen que se maten por conflictos entre ellos.
Lástima que la juventud esté en manos de los jóvenes. Parece que en el Cauca la ofensiva terrorista la hacen grupos de mercenarios a sueldo reclutados por militares retirados. Todo por conservar el negocio que hizo sobrevivir a Colombia una vez perdió la esperanza: el narcotráfico.
Mostrar una imagen bondadosa donde reside una hiena hambrienta de poder y dinero, es el gran engaño tolerado y perpetuado por los aúlicos que despersonalizan y asesinan a los más pobres, a los ” nadies”.
El mundo soportó el genocidio de Gaza. También podrá soportar cuando estalle la primera bomba nuclear…
Agradezco mucho tu lectura y comentario Juan Fernando. Soy de la idea de que debemos luchar contra la resignación, no perder ningún espacio para la denuncia, persistir…
Lejos está el día en que entendamos la inutilidad de la guerra para nosotros, lo de a pie, y la utilidad para los monstruos que nos manejan con sus , cada vez más , hilos visibles
Muchas gracias por leer Sandra, y muchas gracias por tu reflexión. Creo que la evidencia de esos hilos visibles terminarán por darnos nuevas claridades. Aferrémonos a esa esperanza.
Diste en el blanco perfecto en este artículo para aportar a entender y comprender con maestría la azarosa situación geopolítica por guerras múltiples que se vuelven parte dela escena mundial.
Muchas gracias Juan. Tu comentario es un estímulo.
Don Alberto es un gusto leerlo…ojalá recobráramos la humanidad; veo en la corrupción que carcome los cimientos de nuestra sociedad, hoy cuando sabemos que los carteles de la contratación tienen nexos con los políticos, el cartel del golfo, el cti, ( en minúsculas por ser basura)amén de las fuerzas militares, entre otros, y esto enquistado años ah! y que han pasado de agache pero lucrándose del robo al Estado, hace que sea una utopía llegar a tener un buen país.
Existen las leyes para repetir contra todos los corruptos y muy a nuestro pesar siguen como Emilio tapia con el poder desde las cárceles y toda esta infamia ayuda a debilitar nuestra nación. No hay ya ni siquiera sanción social, cuando se acabará la violencia con tanta inequidad?
Helena hola. Muchas gracias por tu reflexión y por leer.
Muyy interesante artículo, pero me gustaría saber tu opinión sobre los asesinatos, torturas y los cientos de rehenes que dejó el ataque criminal de Hamas en Israel. ¿El espíritu de la guerra o el odio contra los judíos?
Hola Magaly, gracias por leer. Lo de Hamas fue, desde luego, un ataque que cobró vidas y generó muchos sufrimientos. No hay manera de justificarlo, pero no es comparable en su dimensión y atrocidad con la respuesta del sionismo. Quiero confesarte una inquietud íntima: Tiendo a pensar que la acción de Hamas fue perversamente construida por los señores de la guerra y la industria de las armas.
Totalmente de acuerdo con este brillante escrito que desnuda el pérfido accionar criminal de las grandes potencias capitalistas y unos sumisos gobernantes (llámese Biden, Macron, Rishi Sunak u Olaf Sholz) absolutamente a órdenes de ese suprapoder mundial conformado por los poderosos magnates y banqueros de las grandes corporaciónes industriales y financieras del mundo como las del petróleo y las armas. En un vídeo que circula por las redes se ve como el Papa Francisco, ante quien se inclinan todos los fieles católicos del mundo, se inclina él mismo ante los miembros de la poderosa familia Rothschild . Son ellos y otras poderosas familias (muchas de ellas judías) los verdaderos amos del mundo.
Hola Edgar. Muchas gracias por tu comentario y por leer. Todo en el mundo de hoy está muy retorcido.