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El imperio de lo irresoluto…

Por Alberto Morales Gutiérrez

Es cierto que el mundo está descontrolado. Son tantas y tan grandes las crisis que nos agobian, que el sentir generalizado es que no existen posibilidades de solución alguna. Cunde la desesperanza, que es la peor de las sensaciones posibles, porque cuando la desesperanza se impone, personajes insignificantes abren la boca y los desesperanzados se aferran a sus estupideces.

Para la muestra un tal Trump. Las tres claves del apoyo del electorado republicano al deplorable personaje se esclarecen en una investigación realizada recientemente: primero, “nos gusta la gente que habla en grande”. Segundo, “nos gusta la gente que dice que nuestros problemas se pueden solucionar fácilmente, aunque no sea así”. Tercero, “no nos gusta la gente a la que no le gustamos”. Elemental, mi querido Watson.

Hay, en este contexto, una afirmación provocadora de Daniel Innerarity: “las democracias tienen dificultades prácticas para la gestión de las crisis, pero no porque sean democráticas, sino porque están diseñadas para un mundo que en buena parte ya no existe” (La sociedad de la crisis. Septiembre 2021. El País)

Expone su argumentación haciendo referencia a que hoy nos encontramos en un período muy diferente a esa “época gloriosa” de los Estados nacionales. Refiere que se ha impuesto un desorden en el que pesan más “las externalidades” como las medioambientales, que se han vuelto incontrolables; los precios, que también se han vuelto incontrolables, y un aspecto bastante complejo: “los contrapesos se han convertido en vetos y la división de tareas, en fragmentación improductiva”.

Enuncia unas paradojas aparentemente insalvables: grandes conquistas de la modernidad como la “libertad de comerciar y producir” arrastró tras ella la explotación, la contaminación y la desconfianza. Los problemas resueltos por los mercados, trajeron consigo severos problemas medioambientales; el invento de la democracia entronizó serios errores colectivos. No acertamos – dice-  en coordinar las evidencias científicas con las medidas políticas y contando con las instituciones que se ocupan de la legalidad. “Se plantean problemas de incompatibilidad entre eficacia, libertad, igualdad y legalidad, mientras que la pluralidad de actores que intervienen en la gestión de la crisis aparece más como un problema que como una solución.

Propone la urgencia de pensar en los problemas de una manera más “anticipatoria, holística, transnacional, colaborativa y horizontal” y no escapa al estribillo de pensar “en una nueva manera de hacer política, que sea más receptiva para las formas inéditas que tendrá que adoptar una sociedad que se hace cada vez más imprevisible”

Unos meses más tarde, en “la Sociedad del desconocimiento” (diciembre de 2021) refiere  otra variable asociada al quehacer político, cuando destaca que hay más versiones del populismo de lo que estamos suponiendo. Hay un populismo “anti-tecnológico” que, como se ha demostrado, sospecha de la ciencia. Y hay también un populismos “epistémico” asumido por quienes creen que la política puede disolverse en los datos, en las cifras, en las evidencias científicas. Esa racionalización de la política lo único que pretende es “despojar a la política de lo político”, concluye. ¿Para qué deliberación democrática si el dato científico es la verdad?

Lo objetivo es que el mejor conocimiento no conduce a la mejor política. De hecho, fenómenos como el negacionismo, las teorías conspiratorias, la desinformación, terminan siendo “hijas” del rechazo al dato petulante, a la soberbia y la arrogancia del político “sabiondo”.

Llama la atención sobre la creencia infundada de que hubo alguna época de la humanidad en la que existieron certidumbres, cuando, la verdad es que estas nunca han existido.

En el fondo, el largo recorrido de la civilización, no ha sido nada diferente a un ejercicio poderoso, desgarrador, doloroso e iluminado, de aprender con el método de prueba/ error.

Aunque la desmemoria ha hecho estragos a lo largo de la historia, no menos es cierto que la humanidad ha desarrollado aprendizajes notables. Tal vez en el territorio en donde la memoria no actúa es en el de los pasillos del poder. Emperadores, reyes, aristócratas, dictadores, filibusteros, golpistas, avivatos, una vez engolosinados con sus privilegios, actúan de la misma manera, cometen las mismas torpezas y terminan siempre, por los siglos de los siglos, condenados al mismo destino: defenestrados por las multitudes, asesinados, traicionados, expulsados, ahorcados, aprisionados, condenados.

Desde Maduro, pasando por Ortega, por Bukele, por Álvaro Uribe, Fujimori, Milosevic, Hussein, Noriega, hasta Mussolini y Mubarak para citar solo unos pocos ejemplos… sus finales resultan francamente predecibles. La lista es larga y ancha.

Cuando los historiadores narran el reinado de Juan 1 de Inglaterra (1199-1216) popularmente conocido como “Juan sin Tierra”, abundan en anécdotas de sus trapisondas y satrapías. Fue el típico malcriado, el hijo más joven y el favorito de Enrique II. En el deplorable reinado de este Juan, Inglaterra perdió a toda Normandía en su guerra con Francia.

Hay una frase de algún cronista de la época, asociada a la historia de este imbécil con corona: “a los gobernantes se les pueden perdonar asesinatos y hasta traiciones, pero nunca la incompetencia”. Eso es lo que ocurre. Tiembla Iván Duque.

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37 respuestas a «El imperio de lo irresoluto…»

Ahora resulta una nación soberana como Venezuela es gobernada por alguien que se asemeja a Mussolini. Se ve que usted considera Edmundo González Urrutia y María Corina Machado quienes han pedido la intervención militar gringa a Venezuela son demócratas. Digamos que en Colombia desconocemos la expresión SOBERANÍA NACIONAL. Veamos Mubarak, Bukele, Fujimori, Noriega, Uribe títeres del imperialismo yanqui. Ortega y Nicolás Maduro líderes antiimperialistas. Se ve que usted sigue a Boric un Pinochetito. Espero que lea un poquito proceso desde otra óptica, no desde la del departamento de Estado norteamericano.

Hola Wilmar. Me genera mucha gratitud que leas y que comentes. De eso se trata. También se trata de que no estemos de acuerdo y que podamos conversar. Me conmueven tus certezas. Como quiera que es la derecha la que ha tomado la iniciativa en Venezuela, eso te basta para asumir que el señor Maduro es un estadista, un demócrata, un gobernante excepcional y un líder nacionalista. No es buena esa mirada en blanco y negro que divide el mundo entre buenos y malos, siendo los buenos solo los que están de acuerdo contigo. Tal mirada te impide ejercer el pensamiento crítico. No dudo que a ti como a mi, te impresionan esos creyentes a rajatabla que ven en personalidades siniestra como Álvaro Uribe, al mejor gobernante que ha tenido jamás nuestro país adolorido y asumen que, por ejemplo, los falsos positivos no existieron o que al menos nada tuvieron que ver con él. Esa ausencia de pensamiento crítico que a otros les hace ver en Daniel Ortega a un revolucionario histórico y un “anti-imperialista” consumado. La ausencia de pensamiento crítico que acompaña a quienes siguen a Trump y ven en él a un salvador y no al crápula que siempre ha sido. ¿Sabes que no sigo a Boric?. No es el Departamento de Estado norteamericano mi fuente de información para nada. Una banda de truchimanes gobierna en Venezuela. No existe en ellos una gota de ideología progresista. Los discursos de Maduro son patéticos en la exhibición de su ignorancia. Te lo digo con toda sinceridad: Nicolás Maduro no hace parte de tus “buenos”, míralo más, escucha lo que dice, analiza su entorno. Tengo la certeza de que al hacerlo, vas a cambiar de opinión y, te aseguro, ese cambio de opinión no te va a poner del lado de Maria Corina y Edmundo, que, como tú lo has dicho, representan a la derecha más recalcitrante. Un abrazo hombre.

Pues la esencia de todo es la lucha contra el imperialismo yanqui. Y si eso no es una lucha primordial, esté quien esté gobernando, pues entonces para que nos ponemos a criticar. ¿Cuándo llegará Colombia a tener al menos un truchiman que diga “Váyanse al carajo yanquis de mierda! O es que acaso luchar contra la dominación gringa dejó de ser primordial en la izquierda colombiana. Es cierto puedo cuestionar y mirar desde varios ángulos lo que pasa en Venezuela, pero algo sí le digo: Ni con Carmona cuando le dieron el golpe a Chávez pudieron, ni con la salida con Leopoldo López pudieron, ni con Guaidó, Duque ni Trump pudieron y mucho menos podrán, en el 2031 Venezuela será noticia porque unos truchimanes seguirán IRRESPETANDO al imperio más criminal de la Historia.
Un abrazo.

Wilmar, tu fe tiene dimensiones siderales. No comparto tu creencia en el sentido de que el régimen de Maduro, o cualquiera otro régimen, esté diseñado para durar eternamente. El mundo de la vida real – lo he dicho- es caótico y es azaroso.

No digo que dure eternamente, pero digo que está resistiendo ante la arremetida de un imperio criminal. Es cierto, el mundo real es caótico y azaroso, pero eso no implica la resistencia ante los poderes perversos a nivel mundial. Venezuela es noticia a diario, qué raro que no sea noticia Haití, Gaza o las tropelías de los nazis ucranianos. Al menos ese régimen, el de Nicolás Maduro respalda al pueblo palestino, y si en Colombia llegara haber al menos truchimán que se le parara con soberbia e irreverencia al imperialismo yanqui, pues yo estaría ahí de pie.

Pues la esencia de todo es la lucha contra el imperialismo yanqui. Y si eso no es una lucha primordial, esté quien esté gobernando, pues entonces para que nos ponemos a criticar. ¿Cuándo llegará Colombia a tener al menos un truchiman que diga “Váyanse al carajo yanquis de mierda! O es que acaso luchar contra la dominación gringa dejó de ser primordial en la izquierda colombiana. Es cierto puedo cuestionar y mirar desde varios ángulos lo que pasa en Venezuela, pero algo sí le digo: Ni con Carmona cuando le dieron el golpe a Chávez pudieron, ni con la salida con Leopoldo López pudieron, ni con Guaidó, Duque ni Trump pudieron y mucho menos podrán, en el 2031 Venezuela será noticia porque unos truchimanes seguirán IRRESPETANDO al imperio más criminal de la Historia.
Un abrazo.

Hola Wilmar. Creo que el tema del rechazo al comportamiento imperial de los Estados Unidos es una de los aspectos esenciales del ejercicio de la política en países como los nuestros. Pero no creo que una narrativa asociada a tal rechazo sea la garantía del comportamiento democrático, ético y digno de un gobernante. Los abuelos, tan sabios, construyeron un axioma: una cosa es ua cosa y otra cosa es otra cosa”. Abrazo

Cuando no se ha experimentado el poder se suele decir cosas como esas, es tan simple. Pero bueno, usted insiste en la garantía del comportamiento democrático. Le dejo esta entrevista, la analiza y luego me dice qué piensa al respecto. Si usted cree que una oposición, llámese de derecha, de izquierda, de centro emplea métodos violentos es algo que merece la aceptación me dice, y si cree que no también me lo confirma. https://www.youtube.com/watch?v=NyUiUtqdK0Y Le dejo esta entrevista para que la analice y luego me comenta. https://x.com/ElCuartoRoj0/status/1829605344890573170 https://x.com/ivoneyepez21/status/1827696717447201084 https://x.com/madeleintlSUR/status/1826731337203810823 https://x.com/ivoneyepez21/status/1826267810202591391
https://x.com/RoiLopezRivas/status/1824162438461424078
https://x.com/MatiasCac/status/1820152520389414948
https://x.com/VanessaOrtizz/status/1820122023739425271
https://x.com/ivoneyepez21/status/1818986989972070549
Ahí puede ver videos que Caracol y RCN no le suministran sobre el modo de obrar violento de la oposición venezolana, a la que les muestran a ustedes como unos ángeles.
Un abrazo.

Wilmar, hola. Claro que me va a gustar mucho que me envíes testimonios. También te diré lo que pienso. Gracias.

Hola Juan. Muchas gracias por tu lectura. También hay quienes dicen ¡huy! y no faltan los que dicen jmmmm. Abrazo

Alberto, en qué escalafón de política colombiana se ubicaría usted? Lo leo con alguna frecuencia y cada vez me confundo más, no logro sintonizarlo para tratar de leerlo con mayor interés y profundidad sabiendo de que lado está. Unas veces lo veo como un exegeta de la izquierda y otras de la derecha, otras como un crítico certero y algunas como un apologista de los derechos humanos y de la guerrilla. Usted coge algunos dirigentes mundiales – no sé si exprofeso excluyó a Hitler y a Stalin- y los echa en un saco, todos revueltos, como “don Chicho y Napoleón” igual que en el tango de Discépolo, “Cambalache”. Gracias.

Hola Eduardo. Torpe que es uno, pensé siempre que a mí era fácil sintonizarme. Pienso (puedo estar equivocado) que mi vocación es el humanismo y siento que todo en exceso es defecto. Creo firmemente en los Derechos Humanos, creo en la justicia y en la equidad, tengo aversión al patriarcado, me gusta mucho leer y carezco de vocación militante. También creo que toda verdad es relativa. Un abrazo agradecido por tu inquietud

Gracias por el link Wilmar. Lo miré con respeto pero no lo entendí. No fui capaz de asociarlo con el tema de la dignidad. Me disculpas.

Es que hay varios malentendidos con eso de lo político, por ejemplo la democracia sólo aplicaba a quienes vivían en la acrópolis y eran dueños de tierras ganados y esclavos..
Que en Inglaterra la aristocracia se ha mantenido precisamente en virtud al método de educación y pastoreo de tribus y ganados como en la actualidad..( siendo los estados unidos de America, Canada y Australia sus mas grandes rebaños)
Y sobre Venezuela esta muy claro que allá esas gentes han practicado el caudillismo constantemente desde hace mas de 160 años con todos los “ expresidentes “ quedandose en el poder por mas de 16 años
Vamos a revisar la historia para estar seguros

Qué reto interesante Euardo. Pongámonos a estudiar historia, a enriquecer los contextos. Muchas gracias por tu aporte y lectura.

La Ley venezolana otorga un mes al Consejo Nacional Electoral para entregar los resultados finales, y, siendo así, María Corina Machado y su títere salieron a pregonar un supuesto fraude y el triunfo de Edmundo tan solo unas horas después de concluidos los comicios, y sin más, los Estados Unidos, las potencias de Europa Occidental, y sus poderosos medios de comunicación, dieron por cierto lo dicho por la facha sionista y ultraderechista de la Machado; para ellos el Consejo Nacional Electoral y el ordenamiento jurídico de Venezuela no cuenta .
La disputa electoral de Venezuela es de resorte exclusivo de los venezolanos y de nadie más, de la misma manera que las disputas electorales de USA, Francia y Reino Unido es también de su exclusiva incumbencia; ni la ONU, ni la OEA, ni los Estados Unidos, ni la Unión Europea, ni ningún país o gobernante, están llamados a dirimirla. ¿Quién se entromete en las disputas electorales de USA, de Francia, o de las grandes potencias? ¿Acaso las potencias imperialistas y colonialistas se creen con mandato divino para usurpar las funciones de los organismos electorales de un país autónomo como Venezuela? ¿Porqué entonces callaron y siguen silentes cuando en Perú fue defenestrado Pedro Castillo, el presidente legítimamente elegido, y son complacientes con la usurpadora Dina Boluarte?
A los Estados Unidos la legitimidad de un mandatario de estas republiquetas le importa un bledo, lo que les importa es que sea fiel a sus intereses imperiales; Roosvelt decía que Leonidas Trujillo “era un hijueputa, pero que era nuestro hijueputa” y ahí lo tuvieron hasta que se les empezó a torcer, entonces lo asesinaron. Y de Venezuela lo único que les importa es tener un gobierno dócil a sus mandatos. Lo que los Estados Unidos quieren (ya lo dijo Trump) es apoderarse de las más grandes reservas de petróleo del mundo y de la inmensa riqueza de Venezuela en oro y otros minerales estratégicos que posee en abundancia, y para este fin le es imperativo montar un gobierno corrupto y vendepatrias como lo sería el de la oligarca bandida de María Corina y del inmundo batracio de Edmundo, ex agente de la CIA.
Que caiga la camarilla dictatorial de Maduro y Diosdado está bien, pero no a cualquier costo, ni para que en su lugar se instale una pútrida camarilla de ultraderecha afín a los intereses expoliadores de los Estados Unidos que como bien lo dijo el Libertador, Simón Bolívar, “parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad” (y de la democracia).
“América para los americanos” que traducido significa “América para los estadounidenses” resume la política exterior de los Estados Unidos para con estos países de Latinoamérica que ellos consideran su patio trasero.
No podemos olvidar que Trump dijo: “Cuando me fui Venezuela estaba a punto de colapsar . Nos hubiéramos apoderado de ella, nos hubiéramos quedado con todo ese petróleo”. De manera pues que si de dignidad latinoamericana se trata; de no doblegar la cabeza ante el poder imperial; de no hacerle el juego a aquellos que, como la Corina, pedían sanciones para Venezuela y de esta manera hundir la economía y provocar el descontento de la población (como hicieron en Chile con Allende); de salvar del saqueo la riqueza venezolana; y de propinarle una patada en el culo a las trapisondas imperiales…lo mejor es que Maduro siga reinando y que Venezuela no caiga bajo el yugo gringo.

Hola Edgar. Tu comentario me lleva a compartir una reflexión que me agobia.¿Debe asumirse como una obligación que en el caso de un enfrentamiento entre dos fuerzas impresentables, decidamos por la menos mala?. Maduro y su camarilla dictatorial, como la defines, es decididamente impresentable, su ignorancia, su trapecería, su ausencia de ética, son irrefutables. María Corina y el combo que la acompaña representan a la derecha más extravagante y abyecta con los Estados Unidos. ¿tenemos que escoger entre esos dos bandos? o debemos trabajar y actuar para que la gente entienda que ese tipo de decisiones (como ha ocurrido en Colombia tantas veces) terminan siento no solo nefastas sino autodestructivas.

Hola Alberto, debo decirte que escoger entre uno de dos bandos nefastos e impresentables es algo que a mi también me agobia; tu opinión de unos y otros la comparto plenamente y, por supuesto, que debemos trabajar para que la gente entienda que unos y otros son una calamidad para el pueblo venezolano. Todas esas siniestras camarillas atornilladas al poder como lo son la cubana, la nicaragüense, la venezolana, la colombiana durante los 20 años de Uribe, la peruana de la usurpadora Dina Boluarte, y tantas otras que en el mundo son, son detestables, perversas, dañinas, y una permanente ofensa a la dignidad de los pueblos. Ortega y Rosario Murillo resultaron unos sátrapas peores que Somoza, han traicionado no solo a sus compañeros de lucha sino también al pueblo nicaragüense; la camarilla cubana es igual de culpable que los gringos de la miseria del pueblo, los cubanos en su inmensa mayoría (se exceptúan los burócratas del régimen) viven en una pobreza franciscana (lo pude constatar personalmente), y millones de venezolanos viven como parias lejos de su patria. El socialismo como modelo económico (por las razones que sean) ha sido un fracaso, igual que el capitalismo como modelo social, quien no admita ésto es porque es un fanático de cualquiera de los bandos.
Vistas las cosas así debiéramos concluir que no es válido, ni ético, ni moral, ni justificable, tomar partido por ninguno de los bandos que se disputan el poder en Venezuela; pero hay un poderoso ingrediente que, en mi caso particular, hace que prefiera a Maduro sobre María Corina Machado (Edmundo no es más que un vil e intonso títere como lo fue Duque aquí), y es que Maduro no es un vendepatrias arrodillado a los gringos, y, mucho menos, un admirador de Netanyahu y la genocida cúpula del estado de Israel; tampoco es un insensible descendiente de encomenderos y esclavistas como la perra de la Machado; ni un agente al servicio de la CIA y de regímenes represivos como el de El Salvador como el inmundo de Edmundo. Con Maduro en el poder la inmensa riqueza petrolera de Venezuela no será saqueada por los gringos ni entregada a la voracidad de las despiadadas multinacionales. Es lamentable saber que un gobierno de Edmundo y la Corina mejoraría sustancial e inmediatamente las condiciones de vida del pueblo venezolano habida cuenta de que el imperio levantaría las sanciones, potenciaría la economía, y entraría con todo su poderío económico a levantar al país de su postración para mostrar las bondades del capitalismo…y todo ésto a cambio de adueñarse para siempre de las más grandes reservas de petróleo del mundo.

Gracias por tu respuesta Edgar. Siento que le das a Maduro, a Diosdado y sus compinches una madurez ideológica que jamás han tenido. No entienden siquiera la definición de fascista. Todas sus intervenciones son altamente representativas de su ignorancia y elementalidad. No entienden el concepto de soberanía, no entienden el concepto de genocidio. Es paradójico, solo les interesan los dólares que pueden esquilmar. Maduro es Madurista y Diosdado es Diosdadista. Esos son sus alcances.

Por supuesto que Maduro, Diosdado, y los generalotes venezolanos son unos corruptos y unos zafios, nada que ver con Hugo Chávez, que, a pesar de sus errores, fue un líder carismático valiente e inteligente que estaba del lado del pueblo, y un auténtico bolivariano; pero debemos admitir que Maduro, por los motivos que sean, es antiyanqui y antiimperialista, y bajo su mandato las inmensas reservas de petróleo de Venezuela no caerán en poder de los gringos, y ésto, exactamente, es el meollo del asunto.

Pienso Edgar que la “soberanía petrolera” de Venezuela se ha perdido de tiempo atrás entre los meandros de las relaciones con el gobierno derechista ruso y los intereses “non sanctos” de la China de Xi Jinping.

Alguien decía que si no fuera por las 920 sanciones económicas y por el bloqueo comercial Venezuela y Cuba le hubieran demostrado al mundo que su política social y económica hubiera sido otra tal vez más próspera y justa. Es como si en una carrera de cien metros a los atletas de Venezuela y Cuba los hubieran encadenado para que no pudieran correr. Nunca nos imaginamos qué pudo haber sucedido.
Siempre creímos que esa idea socialista era pérfida, malsana, en otras palabras ” comunista” muy propia de toda la persecución gringa a todo lo que oliera a socialismo ruso durante la “guerra fría”
La problemática de Venezuela es de ellos, pero nos afecta, y por lo tanto debemos respetar su fuero con miras a tener unas relaciones comerciales adecuadas para garantizar el bienestar de los nuestros.
Si Maduro es un fantoche en cabeza de un grupo de bandidos de baja estofa, Maria Corina es igual o peor.

Hola Juan Fernando. No tengo dudas sobre tu descripción de Maduro y de María Corina. Gracias por leer y comentar.

Que se sepa ni rusos ni chinos han intervenido militarmente, ni propiciado golpes de estado, ni asesinado presidentes en ejercicio en este lado del mundo; tampoco han saqueado por décadas nuestros recursos naturales. Tampoco son ellos los que han desatado las Guerras Mundiales, ni los que provocaron las guerras que han destruido Indochina, Vietnam, Irak, Siria, Libia, Líbano, etc…y si bien han tenido participación en ellas, por su condición de grandes potencias que no pueden permanecer ajenas a los tejemanejes de la geopolítica mundial, su intervención ha sido determinada por la descarada pretensión de occidente de ser los amos del mundo. Si de gobiernos de derecha y non sanctos se trata lo son más los gobiernos de Estados Unidos y las grandes potencias de Europa Occidental que los de Rusia y China; y son USA y la Otán, junto con el cretino nazi de Zelensky , los máximos responsables de la tragedia que hoy vive el pueblo ucraniano, todos ellos empujaron a Putin a una no deseada intervención militar, que quede claro. Y, no olvidemos, que no hay nada más de ultraderecha y non sancto que el criminal y bárbaro genocidio que hoy padece el pueblo palestino a manos del estado de Israel con la complicidad y apoyo militar de USA y la Otán. No es que chinos y rusos sean unos angelitos que rezuman filantropía por sus poros, se trata de que, al menos con los pueblos de América Latina, no tienen el negro y perverso historial que si tienen los gringos.

Tienes toda la razón Edgar, pero no veo razonable que en tu análisis niegues la real y efectiva injerencia que paulatinamente están ejerciendo (con otros métodos desde luego) tanto la ultraderecha rusa como la china sibilina. No solo en Venezuela, sino aquí en Colombia, y en toda América latina.

Claro que la injerencia de rusos y chinos en este lado del mundo, y en el mundo entero, es real, e incluso nefasta, pero, también es cierto que, al menos por ahora, no es tan nefasta como la de la USA que se cree con patente de corso para aplicar todo tipo de sanciones, congelar cuentas bancarias, decomisar aviones presidenciales, imponer funestas políticas antidrogas, envenenar nuestras selvas con glifosato, cohonestar con incondicionales bandidos y criminales, y, en definitiva, someter con todo tipo de amenazas e imposiciones la voluntad de quienes nos gobiernan. Ellos, los gobernantes de USA, siempre nos han mirado como colonias…quizá los chinos y los rusos nos vean mejor, o sea, como países pobres pero ricos en materias primas que ellos precisan y con quienes se pueden obtener ventajas comerciales sin necesidad de someterlos por la fuerza del poderío militar o económico.

Muchas gracias Edgar por este dialogo sustancioso. No coincidimos en torno al apoyo a Maduro y hemos expuesto nuestras razones. No creo que nos acompañe la idea de persuadir al otro, pero la deliberación respetuosa es siempre un regalo para la inteligencia. Abrazo

Gracias a vos, Alberto, por tus excelentes escritos. Debo decirte que ni Maduro, ni Ortega, ni la camarilla cubana, son de mis afectos; los considero una calamidad…pero no peor que los gringos. Por supuesto que no se trata de persuadir a otros , se trata solo de exponer puntos de vista; en definitiva todo es subjetivo.

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