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Atreverse a pensar…

Y entonces, queda claro que el pensamiento reflexivo, ese pensamiento que desencadena dudas, el pensamiento que pone en tela de juicio lo que estamos creyendo, lo que estamos aceptando como verdadero, ha venido desapareciendo aceleradamente, en beneficio de un pensamiento liviano, irreflexivo, que gira en torno a las verdades que aceptamos.

Por Alberto Morales Gutiérrez

Es muy extraño. En medio de esta debacle, todo el mundo piensa que está pensando. Decimos que con la gravedad de los acontecimientos que nos desbordan, con la estupidez manifiesta e inocultable de Duque, con las movilizaciones, las violencias, los desmadres – decimos – que se nos ha desatado de igual manera “la pensadera”. Bueno, eso es lo que creemos, pero se me ocurre que no es precisamente pensamiento lo que estamos ejerciendo. Es una afirmación provocadora, lo sé, pero déjeme explicarle.

¿Qué es pensar?

Se dice que el pensamiento es una cualidad muy humana y se entiende que es la capacidad que tenemos las personas de formar ideas y representaciones de la realidad en nuestras mentes, relacionando unas ideas con otras. De esta manera, se hace referencia a procesos mentales que no solo son relativamente abstractos, sino que en algunos casos son voluntarios y en otros casos involuntarios. La mejor síntesis se expresa en los términos de que “los pensamientos son ideas, recuerdos y creencias en movimiento, relacionándose entre si”

Muchos tipos de pensamiento

Hasta ahí todo bien. El problema es que hay múltiples tipos de pensamiento:

Deductivo/ Inductivo/ Analítico / Creativo/ Crítico/ Suave/ Duro/Convergente/Mágico.

Eso significa que los pensamientos (ningún pensamiento) es ajeno a las emociones y a las creencias.

La distancia

Y entonces, queda claro que el pensamiento reflexivo, ese pensamiento que desencadena dudas, el pensamiento que pone en tela de juicio lo que estamos creyendo, lo que estamos aceptando como verdadero, ha venido desapareciendo aceleradamente, en beneficio de un pensamiento liviano, irreflexivo, que gira en torno a las verdades que aceptamos. Un pensamiento dedicado a reafirmar las creencias en las que estamos habitando, un pensamiento absolutamente incapaz de aceptar la más mínima duda, un pensamiento que se retroalimenta.

Así, si usted tiene la idea de que vive en el mejor país del mundo, tiene dificultades para ver el escandaloso espectro de desigualdades, injusticias, corrupción y violencia que nos rodea. No piensa en ello.

Si su idea es que esta es una democracia genuina y que quien nos gobierna es el mejor de los colombianos, entonces su pensamiento le impide ver y analizar los contenidos e implicaciones de la narrativa de un gobierno que es hoy, el hazmerreir del mundo por las dimensiones de sus mentiras, errores y desafueros.

Si usted tiene la idea de que toda protesta es un engendro “castrochavista”, entonces usted verá que las amas de casa, los ancianos sin pensión, los estudiantes acorralados por su sensación de no futuro, los desempleados, todos los que se movilizan, son imbéciles manipulados por países extranjeros, comunistas, porque no hay razón alguna para sus reclamos.

Si usted tiene la idea de que el mundo solo es “mirable” en blanco y negro y que las fuerzas del orden siempre tienen la razón porque la autoridad viene de dios, entonces usted jamás aceptará que esas fuerzas del orden están protagonizando violaciones, asesinatos y crímenes graves contra los Derechos Humanos.

Ese pensamiento que circula solo alrededor de las ideas y creencias que usted tiene, no es finalmente pensamiento, porque usted es incapaz de tomar distancia.

El pensamiento crítico es más que una necesidad, es un imperativo para esta crisis, porque solo el pensamiento crítico nos permite entender que existen OTROS, que existen DIFERENCIAS, y que solo entendiendo eso que los intelectuales llaman LA OTREDAD, podremos empezar a entender el mundo, a vivir juntos, aunque pensemos distinto, porque no por pensar distinto, tenemos que matarnos.

La palabra mágica, la palabra que cada vez se olvida más, la palabra poderosa, la que nos permite cambiar el pensamiento liviano si la asumimos como una idea recurrente, es la palabra RESPETO. Con asimilarla y practicarla, bastaría, para empezar a pensar…

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3 respuestas a «Atreverse a pensar…»

Creo que aprovechar la Situacion con causas anteriores y posteriores a la Pandemia Mundial que nos aqueja al mundo entero, causando problemaseconomicos y agravando otros, no esmas que la nueva clase de guerra protagonizada por los actores armadoz , no solo con armas , si no con redes sociales, instituciones como laJusticia, el proceso falso de la paz, y demas ingredientes anunciados por el Foro de Sao Paulo, sabemos los problemas una corrupcion grande, sin justicia, con un congreso Gigante y corrupto para estademocracia debil, es un Asunto complejo, pero Culparal presodentd Duque es avieso y perverso.

Yo creo que eximir al presidente Duque y a todos los presidentes que nos han gobernado en los últimos70 años, sería, por decir lo menos, una irresponsabilidad de nuestra parte. Gracias por leer Gustavo.

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