Categorías
Al Alberto

El factor Abudinen: la Cosa Nostra al desnudo.

No se requiere ser un genio o un adivino, para saber cómo van a votar en la moción de censura que se agita en la Cámara de Representantes las bancadas que acompañan a Duque, ese soldati minúsculo que si sabe para quien trabaja y cuyas órdenes ha cumplido a cabalidad.

Por Alberto Morales Gutiérrez

Hay sectores de la opinión pública que se preguntan cuál es la razón que explicaría ese estado de desfachatez extrema al que ha llegado la corrupción en Colombia: un fiscal minúsculo que delira en su cargo y monta su vivienda en las instalaciones de la Fiscalía General de la Nación, el nombramiento del siniestro Carrasquilla en la Junta del Banco de la República, Néstor Humberto intrigando para ser el candidato presidencial número 30, el congreso apoyando a la nefasta ministra Karen Abudinen luego del escándalo de los 70 mil millones,  la impunidad llevada a los extremos más groseros, la corrupción exacerbada de manera delirante. ¿Por qué ya nos les preocupa nada, no ocultan ni disimulan nada?  

¿Qué origina ese cinismo, el descaro, la desvergüenza con la que actúan, y que los grandes medios asumen como lo más natural del mundo? ¿En qué se basa esa incapacidad para poner en tela de juicio su insolencia, ese cohonestar con lo que todos ellos hacen? ¿Por qué  esa certeza de impunidad que los inunda a todos?

Y entonces empiezan a surgir respuestas cuando se entiende el comportamiento histórico de las organizaciones criminales que dieron origen a las mafias contemporáneas y que son brillantemente expuestas por el abogado Adrián Giménez Pérez de la Universidad de Murcia en su texto: La evolución de la Cosa Nostra. Perspectiva criminológica, escrito en el 2018.

No me voy a detener en el año 1955 y el encuentro en Sicilia de los mafiosos estadounidenses de origen italiano, con sus compañeros europeos y lo que allí se discutió, sino en lo que el profesor Jean Francòise Gayraud, citado ampliamente por Giménez considera los ocho criterios que definen la lógica operativa del comportamiento criminal de las mafias, de la suma de las mafias o familias que participan de la Cosa Nostra:

1.- Control de un territorio: Ustedes la costa, ustedes el valle, ustedes Antioquia, y así…

2.- Capacidad de orden y dominio. Control absoluto. El que no está conmigo está contra mí, y lo desaparecen.

3.- Jerarquía y obediencia. Estructura piramidal y jerarquizada. Mírelos nada mas y es fácil identificar quiénes son soldati, quienes capifamiliglia, quienes regione

4.- Etnia y familia. Ya no hay duda, usted cierra los ojos y aparecen apellidos, sub-apellidos, matrimonios por conveniencia, en fin.

5.- Diversidad criminal. Aquí las obras públicas, por allá la salud, más acá la tecnología, la seguridad, las importaciones, las exportaciones, la banca, los medios…

6.- Mitos y leyendas. Y entonces todos se crean orígenes remotos, noblezas, abuelos heroicos, negocios primigenios, vocaciones inmensas.

7.- Antigüedad y permanencia. Son también herederos de la historia patria, colonizadores, pioneros.

8.- Secreto e iniciación. “El secreto es uno de los cimientos que sostienen con firmeza a la organización” concluye Gayraud.  

Así las cosas, es también clara la definición según la cual “la asociación es de tipo mafioso cuando aquellos que forman parte de la misma se sirven de la fuerza y la intimidación del vínculo asociativo y de la condición de dependencia y de omertà (silencio cómplice que no puede romperse al estar bajo amenaza de muerte) que deriva en la ejecución de delitos, para adquirir de manera directa o indirecta la gestión, o de todas formas, el control…”

Eso es exactamente lo que ocurre en el congreso con la ministra Abudinem, con los debates a Carrasquilla, a Néstor Humberto. Los congresistas que hacen parte de esa camorra, actúan con disciplina, a rajatabla, sin moverse un ápice de la orientación recibida.

No se requiere ser un genio o un adivino, para saber cómo van a votar en la moción de censura que se agita en la Cámara de Representantes las bancadas que acompañan a Duque, ese soldati minúsculo que sí sabe para quien trabaja y cuyas órdenes ha cumplido a cabalidad.

La desvergüenza con setenta mil millones de pesos que, en un acto de prestidigitación, van a parar a las arcas de una las familias más reconocidas de la camorra, define esta desnudez manifiesta de la cosa nostra colombiana.

Es de cara a estas andanadas de la corrupción, a este desastre de país fermentado en las calderas de la violencia más desaforada, que adquiere tanta vigencia el poema de Paul Èluard escrito en 1942 y cantado tan bellamente por Mecedes Sosa…”por el miedo que te tienen/ por tus pasos que vigilan/ por la forma en que te atacan/ por los hijos que te matan/ yo te nombro libertad…”

Compartir

2 respuestas a «El factor Abudinen: la Cosa Nostra al desnudo.»

Toda una población hecha país,subyace ante el poder absolutista que en connivencia con clero y casta empresarial despojan y explotan el recurso humano,en tanto negocian, los recursos y riquezas de la nacion,y así,rampantes desfilan en el escenario y la palestra pública como gente de bien,acartonada y certificada por las más altas academias;los Andes,el rosario,MIT,Harvard,Oxford…..

Tienes razón Jorge Alonso. Hay que redefinir el concepto de “gente de bien”. Gracias por leer.

Los comentarios están cerrados.