El perfil del mentiroso patológico es utilizado de manera recurrente como instrumento de intereses muy oscuros. Hay casos verdaderamente dramáticos.
Por Alberto Morales Gutiérrez
No es una exageración decir que, en el mundo contemporáneo, se ha venido abriendo paso la sociedad de la mentira. El engaño se ha integrado a las prácticas cotidianas y hay quienes lo han convertido, mas que en un oficio, en un negocio lucrativo. Este tipo de especialistas hacen daños notables, envilecen lo que tocan, tienen desde luego triunfos efímeros, pero el balance final es que terminan atrapados en su propia red.
Tal vez el mayor logro de la mentira, es instaurar entre quienes la ejercen, la creencia de que la mentira es invencible.
El perfil del mentiroso patológico es utilizado de manera recurrente como instrumento de intereses muy oscuros. Hay casos verdaderamente dramáticos.
Imagine usted por ejemplo una ciudad que no solo haya protagonizado hechos sociales, económicos y políticos destacados; desarrollado su capacidad de iniciativa, de resiliencia frente a sus propias tragedias, sino que haya construido unas sinergias público- privadas de carácter notable; una ciudad en la que se hayan creado empresas exitosas y exhiba con orgullo unos servicios públicos paradigmáticos. Imagine usted.
Entonces, ocurre que un grupo siniestro de observadores externos, políticos corruptos, empresarios, negociantes, inversionistas y, desde luego, algunos personajes oscuros, empiezan a mirar a esa ciudad ya no como una experiencia de la cual aprender, sino como un botín del que se pueden apoderar.
Para lograrlo, deben diseñar una estrategia de dimensiones colosales que requiere una planeación minuciosa, un despliegue gigantesco de recursos, un tejido de alianzas siniestras, una selección de personajes claves cuya ausencia de escrúpulos sea una garantía para la feliz realización del plan y un mitómano capaz de repetir la narrativa, maliciosamente construida, para socavar las creencias asociadas al sentido de pertenencia y el orgullo que sienten las gentes por su ciudad. La condición esencial para llevar a cabo su propósito, es destruir su capital cívico.
Se trata, como usted ya lo ha imaginado, de un plan siniestro que requirió un trabajo paciente de años.
El mitómano es una pieza esencial. Han de haberlo perfilado adecuadamente: ideal que tuviera un trastorno narcisista de la personalidad. Se dieron a la tarea de buscarlo hasta encontrarlo. Las primeras reuniones debieron ser delirantes. No es difícil imaginar lo que sentía el personaje cuando llegaba a su casa convencido de que era una figura histórica, el elegido de señores poderosos que veían en él la capacidad infinita, la inteligencia extrema, para lograr un objetivo que, no solo lo enriquecería, sino que le permitiría soñar con el arribo a las más altas dignidades. ¿Por qué no la presidencia del país?
Y entonces el mitómano empezó a operar como el último eslabón de la estrategia, pues ya el resto de las tareas estaban diseñadas y en ejecución. Una vez conquistada la alcaldía con la construcción de un relato de trabajo por el avance de la ciudad, empezó a vociferar que no, que en esa ciudad los empresarios eran bandas de delincuentes, que la historia de la empresa de los servicios públicos era una cueva de corrupción, que todo lo que antes era entendido como un motivo de orgullos compartidos, no era nada distinto que un engaño, porque la nueva verdad era que los ciudadanos habían sido víctimas de los hampones que los habían gobernado.
No había una sola improvisación en el libreto que le entregaron al mitómano. Sus jefes habían leído a Martha C. Nussbaum quien, parafraseando a Aristóteles, se refiere a la ira que, si bien es dolorosa, “también es portadora de una placentera expectativa de venganza o castigo”.
Para desencadenar esa ira, las personas deben sentir que han recibido un daño significativo a su círculo de valores, o de cosas o de personas. La perorata del mitómano era esa: esos líderes, esos empresarios, esas alianzas publico-privadas son un engaño, han dañado la ciudad, se la han robado. ¿El método? Göbbels ya lo había instaurado ochenta años atrás: “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”.
Creada una corriente de opinión exacerbada en contra de la historia de la ciudad, el resto vino por añadidura y el asalto tomó forma frente a los ojos estupefactos de una ciudadanía que empezó a entender la tarea que le encargaron al mentiroso. Ya se sabe que es solo un eslabón…
20 respuestas a «Mentirás a tu prójimo…»
Alberto, adoras a los empresarios de tu vecindad cómo si estos no hubieran cometido siquiera el pecado original. No te das cuenta, a pesar de lo buen lector que eres, que se trata de una disputa entre una burguesía hegemónica y una burguesía emergente. La película 🎥 está pasando en nuestra cara amigo. El alcalde es un tipo joven, intrépido y que seguramente el poder (como a todo el mundo), se le subió a la cabeza, pero su administración no ha sido ni tan buena como él lo dice, ni tan mala como tú y los amigos del GEA lo sostienen. El mundo se globalizó Alberto y las empresas están expuestas a eso. Lamento que tú progresismo se haya rezagado y ahora tiembles ante los inminentes cambios. ¡Dios te ayude a soportarlos!
Siempre es un placer encontrar tus comentarios John. Opino, en contravia de lo que piensas, que sí hay una conexión entre la perorata construida en torno al GEA y la OPA de los Gillinski. No creo que se trate de acciones separadas. Ni creo que haya inocencia en la importación de cuadros del expresidente Gaviria y de Germán Vargas Lleras a ocupar cargos de responsabilidad en Medellín. Es muy sano entender que en torno a cada suceso que nos rodea, existan miradas diferentes. Muchas gracias por leer.
Negros nubarrones se asientan en el horizonte. Que Dios nos coja confesados!
Negros y amenazantes nubarrones se están asentando en el horizonte. Que Dios nos coja confesados!
Que profunda lección la que hemos recibo Alberto. Si se trata de todo un concierto para delinquir. Construir cuesta mucho y destruir es logra rápidamente. Este mitómano nos ha hecho mucho daño.
Gracias Pacho por leer. Lo has definido bien: un concierto para delinquir.
Es muy claro Alberto, no tiene discusión, difícil situación la que vivimos y, más grave aún, la que viene; los entes de control no ven más allá de sus intereses políticos, que peligro para la institucionalidad.
Gracias por leer Alberto. La corrupción es una amenaza permanente
La Juventud de Hoy no necesita que le repitan tantas veces una mentira..su apatía a la historia es su verdad.
Gracias por leer Martin. Tienes razón, hay que trabajar mucho por propiciar el pensamiento crítico en los jóvenes
Usted es muy selectivo en sus señalamientos, por supuesto guarda completo silencio sobre la política tradicional en Medellín. a quiénes usted ha asesorado y que han hecho mucho daño !. Mitomanos son los que construyeron la Biblioteca España e Hidroituango, o el alcalde que estuvo en la cárcel por su alianza con los Paramilitares y hace dos años su hijo perdió las elecciones !!!
Gracias por leer. Inquieta recurrir a mentiras para descalificar…
Alberto: Claro y contundente planteamiento. Gracias. Me gustó mucho… Preparando los alfiles para re-acomodar y seguir gobernando, que le ayudan a la ciudad claro, como no, si eso les representan unas ganancias incalculables.
Gracias por leer Maria Ve. Gracias por tu comentario
Un publicista que ha sido asesor de los políticos Antioqueños con más problemas con la justicia de este país, hablando de “mentirosos”. ¿ Esta columna es un chiste?. Definitivamente, esa gente cree que todos somos estúpidos!!!
Gracias Gloria por leer. Bueno sería encontrar un argumento y no un epíteto. Explicar el chiste, algo…
Coincido con tu acertada lectura del momento que afronta nuestra ciudad, mal-administrada por un mitómano. Gracias Alberto.
Gracias a ti Patri, por leer.
Increíble que se pretenda señalar corrupción sólo en esta administración. Pretenden asegurar que todo antes era inmaculado. Este mundo de la estupidez nos carcome….
Hola Luis, gracias por leer. No, no creo que todo lo de strás haya sido inmaculado. Que te hace pensar que yo piense eso?