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Oiga: ¿usted va a votar con miedo, o con rabia?

Ello explicaría la razón por la cual, ciudadanos altamente representativos de la “sociedad de bien”, como Marbelle y Mario Hernández, para no citar sino dos ejemplos, saldrían apresuradamente del país si ocurriera lo que consideran improbable: que su candidato no sea cabalmente comprendido y se impongan las fuerzas del mal.

Por Alberto Morales Gutiérrez

Que Aristóteles escribió por allá en el 340 a.C su “Retórica para futuros políticos”, en donde hace referencia específica al tema del miedo. Taimado el viejito, tenía claro el problema desde épocas tempranas.

Según lo relata Martha C. Nussbaum, Aristóteles explicaba a los oradores políticos que, para azuzar al miedo convocando la existencia de una amenaza inminente, era necesario cumplir tres condiciones esenciales: 1. Caracterizar el suceso inminente como algo muy importante para la sobrevivencia y el bienestar, 2. Conseguir que la gente piense que el suceso está muy próximo y 3. Hacer que la gente tenga la sensación de que la situación está descontrolada y que no le va a ser nada fácil protegerse de ese hecho negativo por sí sola. La filósofa concluye que el esfuerzo que tiene que hacer el orador para parecer digno de la confianza de sus públicos, hace que no siempre el consejo referido se ponga al servicio de la verdad. Explica además que, “debido a nuestra propensión básica al miedo, las sociedades democráticas son altamente vulnerables a la manipulación”. 

Hay una explicación sobre la que vale la pena reflexionar. Dice la filósofa que, para poder sentir esa sensación aterradora en el marco de la agitación política, “las personas deben tener una idea de su propio bienestar y del bienestar de la sociedad”.

Desde esta perspectiva, la oferta del miedo, que encaja en la narrativa del candidato Federico Gutiérrez, implicaría que amplios sectores de la población sientan amenazado ese bienestar propio y el de nuestro país. Desde el punto de vista de la propuesta de ese candidato que cuenta con el apoyo del señor Uribe, del señor Duque y de todos los partidos políticos que acompañan a esa administración, Colombia sería entonces una sociedad equitativa y próspera; con altísimos niveles de institucionalidad; muy reducidos índices de corrupción; una justicia confiable y una clase política no solo repleta de mujeres y de hombres probos, sino lejana a la ordinariez y vulgaridad que caracteriza a la de otros países vecinos. Un país que vive en paz y cuyas fuerzas del orden son ejemplo para el mundo. La amenaza consitiría entonces, en perder todo eso.

Ello explicaría la razón por la cual, ciudadanos altamente representativos de la “sociedad de bien”, como Marbelle y Mario Hernández, para no citar sino dos ejemplos, saldrían apresuradamente del país si ocurriera lo que consideran improbable: que su candidato no sea cabalmente comprendido y se impongan las fuerzas del mal.

Pero bueno, la rabia también puede ser una motivación, aunque la filósofa explica que se trata de un sentimiento que es hijo del miedo, lo que no ofrece mucha diferencia. Ella habla de la ira y retoma a Aristóteles para explicar que se trata de una reacción a un daño significativo y que ha sido “indebidamente infligido”. Aristóteles agrega que, si bien la ira es dolorosa, también “es portadora de una placentera expectativa de venganza o castigo”. Martha C. Nussbaum no comparte del todo este último concepto, pues la indignación no necesariamente convoca al deseo vengativo. De hecho, es sobre esta hipótesis que ella desarrolla su idea de la protesta sin venganza.

Pero sigamos: en términos de agitación política, el tema de la ira está asociado al hecho de que “tenemos una necesidad profundamente arraigada de creer en que el mundo es justo”. Cuando la injusticia se desborda; la inequidad se exacerba; la pobreza se generaliza; la miseria se impone y todos los indicadores de una vida digna se desmoronan afectando a grandes mayorías de la población, entonces la rabia se apodera de ellos. Ese tipo de realidades o, mejor dicho, atribuir tales realidades a un enemigo externo, reditúa mucho en la agitación política. ¿Recuerda usted la estrategia uribista con el plebiscito?

La ira desencadena un descontrol que convoca a la autora a referirse a Lucrecio, Tito Lucrecio Caro, el filósofo romano del 90 a.C, quien construyó, a propósito de las emociones vengativas, una alegoría que las equipara a bestias salvajes. “La gente puede pensar que la ira es poderosa, pero siempre se descontrola y se vuelve en nuestra contra”.

Escribió: “Probaron también toros en los menesteres de la guerra e intentaron mandar rabiosos jabalíes contra el enemigo, y algunos mandaron por delante fuertes leones con sus encargados y domadores, fieros soldados, para que los dirigieran y con cadenas los sujetaran. Fue en vano, puesto que al trabar batalla se enardecían y con fiereza desordenaban sin distinción los escuadrones, sacudiendo acá y allá las terroríficas crines de sus cabezas…”  

¡Ah de rabiosos jabalíes que se han visto en esta campaña! ¡Ah de fiereza desordenada!

Es cierto entonces que ni el miedo ni la rabia son buenas consejeras para decidir el voto. Esto explica por qué algunos no vemos mucha diferencia entre las narrativas indignadas del señor Gustavo Petro y las peroratas sobre el miedo que exhibe el señor Federico Gutiérrez, o la habilidosa mezcla de las dos, que esgrime con astucias de prestidigitador, el señor Rodolfo Hernández.

Cabalgando desbocados sobre la fe absoluta en sus verdades, los unos y los otros se repelen, se dan asco, y no se les ocurre pensar en lo mucho que se parecen todos y cada uno de sus actos de gavilla enardecida.

Y en el entretanto, la ética se fue desmoronando, desapareció el pensamiento y todo intento de razón. Ni siquiera quedó un espacio para soñar un sueño. Ocurra lo que ocurra, tendremos que volver a empezar, tratando de sintetizar esta experiencia dolorosa en la que aprendimos de los unos y las otras, que finalmente todo fue lo mismo, aunque parecía distinto…

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13 respuestas a «Oiga: ¿usted va a votar con miedo, o con rabia?»

Alberto vete a ver ballenas e invita a votar en blanco, ese es un legitimador del sistema. Pero, poner a Petro y a Fico como similares es pura rabia de que Fajardo no haya podido despegar, “si no es el que yo creo entonces ninguno”, así sea el uribismo, agregaría yo. Después de una vida de centro izquierda, la tienes ahí y te da miedo, los años, los años no vienen solos, ¡pobre hombre!

Hola John. Te extrañaba. Gracias por leer. No alcanzo a dilucidar cuál es la razón por la cual estás obsesionado con una supuesta militancia mía en las filas de Fajardo. Te perdono, desde luego. ¡Brindo por tu juventud desbordada!

Alberto, creo que votaré con rabia, con miedo y con la profunda convicción, desde mis épocas de universitario primíparo en la UPB, luego como docente en la UdeA y por último como la persona que soy forjada a pulso, con errores, con éxitos, estos, más peligrosos que cualquier candidato, que como dije, forjado a pulso, votaré siempre en contra de ese mal llamado comunismo, socialismo, totalitarismo, o como quiera que se llame lo visto con mis propios ojos, de fotógrafo, que ha terminado por arruinar vidas, familias, clanes, países o estados. De verdad, mi querido y respetado Alberto, no quiero ser parte de la horda ciega que movida por la supuesta igualdad que no he podido ver y creo no veré. Prefiero conseguir mi bagaje que esperar un regalo.

Hola Camilo. Te conozco. Sé que votarás con convicción. Hablábamos de que tu comentario no había ingresado a la página y mira que sí. Gracias por leer. Un abrazo.

Hay que votar a conciencia por quien creamos que es el menos malo entre tanto perverso

Gracias William por leer. Creo que la decisión consciente es la mejor fórmula. Abrazo

Votaré por el único candidato capaz de tratar con Honorabilidad incluso a quienes no lo son.. votaré por la tibieza que entre odio y rabia necesita este País.

Hola Alejandra, te respondí como Alejandro y no era mi intención. Te pido me disculpes.

Voy a votar feliz y por FICO que quede claro, votan con rabia,odio y miedo, son los que ni por medios violentos y por elección lo han logrado y ya sabemos quienes son

Gracias por leer Iván. Hay abundancias de diagnósticos en estas elecciones. No has notado que todo el mundo tiene la verdad y sabe a ciencia cierta quiénes son los demás?

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