Se trata de un adolescente (¿capta usted el mensaje?) que, bajo el nombre de Marco Aurelio Antonino y merced a los artilugios de su ambiciosa tía, llegó al poder sin darse cuenta, para suceder al emperador Caracalla. Por Alberto Morales Gutiérrez Esa ausencia de pudor, ese exponerse desnudos, exhibiendo todos sus defectos, sus malos olores, […]
La hermandad de la impudicia.
