El “affaire” Vicky: de juegos y abalorios…

Eric Boehlert, analista de Media Matters, organismo que monitorea los medios en Estados Unidos, dijo de Fox News que “Ya no son un medio de noticias, son una entidad política, operan como un gobierno de oposición en la sombra que lanza ataques durante las 24 horas de programación”. ¿Encuentra usted alguna sutil coincidencia con la Semana de Gilinski?

Por Alberto Morales Gutiérrez

La compra de la revista Semana fue una iniciativa de Gabriel Gilinski, el delfín del grupo. Estuvo inspirada en una oportunidad de negocio que solucionaba dos aspectos centrales de su personalidad: el primero, demostrarle a su papá que tenía una gran sagacidad empresarial, lo que significaba que estaba dotado para heredar el imperio y el segundo, alimentar su ego (ya de hecho bastante abultado) instalando en Colombia una especie de “Fox News” que, como todos lo saben, es el gran referente que Gabriel tiene para “hacer del periodismo una máquina de hacer dinero”.  Fue Marianne Ponsford, quien mejor explicó este último tópico.

Lo ha logrado en un tiempo récord, sin lugar a dudas. Gabriel es el típico “ganador” que tanto entusiasma a “negociantes” como Donald Trump.

Alcanzó el control total de la revista en noviembre de 2020 y para julio de 2022 la medición de Comscore ubicó a Semana como el medio digital líder en Colombia, por encima de El Tiempo que había ocupado tradicionalmente ese lugar. Un informe de La Silla Vacía registró que tuvo 12.5 millones de usuarios en ese mes, mientras el del segundo lugar llegó a 12 millones. Treinta días después, el grupo de medios de la revista (incluyendo a Soho y Fucsia) ocupó también el primer lugar. Una proeza sin lugar a dudas.

Según lo plantea el mismo portal, el método es igual al de “Fox News” y sus émulos alrededor del planeta: producir noticias de manera masiva, con titulares truculentos y un manejo muy eficiente “de las lógicas que impone internet para posicionarse en Google y sobresalir en redes sociales”. Así, son los clicks los que definen la pertinencia de una noticia. De esta manera, Semana es una caja de resonancia de las opiniones de los “influencers”, de los políticos y de las figuras del entretenimiento.

En palabras de Juan Gabriel Vásquez “Fox News es el órgano de propaganda ultraconservadora más poderoso que ha visto nuestro siglo, capaz de convertir a payasos en presidentes, la verdad en mentira y la mentira en verdad”. El mismo Vásquez acuñó una frase que tiene la dimensión de un axioma: “Trump es un invento de Fox”

Aunque a usted puede parecerle extraño, esta definición y este axioma constituyen música para los oídos de Gabriel que, con las métricas alcanzadas, ya diseñó la estrategia para tener una presidenta a su servicio.

Marx, tan lúcido, había esclarecido ciento cincuenta años atrás, que “la política es la expresión concentrada de la economía”. ¡Tal cual!

A todas estas, Vicky Dávila tiene una enorme confusión. Ella piensa que su condición actual de precandidata presidencial se origina en su “talento”, su “narrativa”, su “coraje” para ejercer la “oposición”, y el “interés y pasión” que suscita en los “más amplios sectores de la opinión pública”, que serían quienes han impulsado su feliz candidatura.

Pero nada de eso es cierto.

Vicky está ejerciendo su condición de candidata presidencial de Gabriel Gilinski por exactamente las mismas razones que  inspiraron al joven empresario para nombrarla directora de la revista Semana.

Ella entiende, con precisión, la lógica de los algoritmos y su importancia para generar likes en el mundo noticioso y personal. Ese entendimiento es vital desde luego cuando se trata de convertir mágicamente al periodismo en una máquina de hacer dinero. Pero es también un conocimiento particularmente valioso para el efecto de gestionar candidaturas y realizar campañas políticas. A no dudarlo, también Vicky mira a Fox News como un paradigma del “oficio” que ella ejerce. Desde luego esa “experticia” debe estar acompañada de un gran músculo financiero para montar la infraestructura necesaria que permita obtener esos resultados. El empresario, como es de público conocimiento, se ha encargado de poner los recursos.

Ella está totalmente identificada con el pensamiento de Gabriel y con su visión del mundo. Tiene, de igual manera, su mismo talante conservador extremo, su misma aversión a todo lo que le huela a diferencia, rebeldía, pensamiento crítico. Sus argumentos, esgrimidos sobre la base de tildar de “izquierda” o de “comunista” a todo aquel que no piense como ella, en nada difieren de los utilizados por personalidades públicas conocidas como Sarah Palin, quien aspiró a la candidatura presidencial republicana en EEUU y que también hace parte de la nómina de Fox; Newt Gingrich, ex líder republicano del Congreso; Karl Rove, ex asesor de George W. Bush, o Álvaro Uribe, para no citar sino cuatro ejemplos.

A Vicky la seduce el dinero. Su arribismo es proverbial. Poco o nada le importa haberse integrado a la familia Gnecco, el clan guajiro que ha sido relacionado con el paramilitarismo, el narcotráfico, el lavado de activos y, desde luego, la política. Todo lo que su “familia” hace lo hace “a sus espaldas” y, como ella asume que “tiene que ser”, de eso no se habla en el medio que dirige. Vicky es selectiva en la información y eso sí que es importante para Gabriel. La ética es para Vicky una especie de “producto” de libre elección.

Vicky sabe quién manda. Siempre lo ha sabido.

Así las cosas, Gabriel tiene la candidata ideal. Gabriel está pleno con el paulatino cumplimiento de sus sueños. Gabriel está construyendo su “jugada maestra” y para eso tiene a Vicky.

Eric Boehlert, analista de Media Matters, organismo que monitorea los medios en Estados Unidos, dijo de Fox News que “Ya no son un medio de noticias, son una entidad política, operan como un gobierno de oposición en la sombra que lanza ataques durante las 24 horas de programación”. ¿Encuentra usted alguna sutil coincidencia con la Semana de Gilinski?

Este es un dato importante: en abril de 2023 Fox News aceptó un acuerdo judicial en el que pagó 787 millones de dólares para cerrar el juicio por difamación al que fue llevada por la empresa de máquinas de votación Dominion Voting System. Pudo demostrarse que toda la narrativa de Fox sobre el “fraude electoral” que había impedido la reelección de Donald Trump, resultó ser una farsa.

Como se aprecia, Fox News sabe negociar. El acuerdo confidencial le impidió sufrir una derrota más vergonzosa e impactante. Gabriel también tiene esa habilidad negociadora. Vicky no la tiene. Es sectaria, intransigente, ordinaria. Tiene un margen de error descomunal que la hace muy vulnerable.

Gabriel la tendrá en esa “posición” mientras le sirva, pero ella no lo sabe… Gabriel tampoco sabe que, en la vida real, el universo es caótico, es incierto, y es azaroso.