Ocurre que los hermanos Rodríguez Orejuela, quienes firman el documento de marras, hicieron pública de igual manera una comunicación en la que narran los hechos y expresan que se trató de un chantaje del entonces presidente Pastrana, quien estaba metido hasta los tuétanos en los hechos criminales asociados a los contratos muy sonados de Dragacol […]
¡El último de los pastranazos!
