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Cosas de los catecismos y de la política.

Por Alberto Morales Gutiérrez

No sé si aún existan los “catecismos”. Se me hace improbable.

Se denominan así unos cuadernillos redactados con el método de preguntas y respuestas y que contienen una exposición muy resumida de alguna ciencia, arte o área del conocimiento. Los más famosos son los catecismos que exponen la doctrina cristiana. Yo soy de una generación a la que el cuestionario redactado por el padre Gaspar de Astete, le fue enseñado, martillado y obligado a memorizar, con una insistencia enfermiza. Se trató, a no dudarlo, de un instrumento diseñado para hacer estragos en el sistema cognitivo de los niños.

La definición de “fe” que elaboró el padre Astete, nacido en Salamanca en 1537, es de antología: “Fe es creer en lo que no vemos, porque Dios lo ha revelado”. Se trata de creer sin objeciones, de manera reverencial, con devoción, con respeto, con fervor y acatamiento supremo; con idolatría, observancia y total sujeción. Es la “fe ciega”, que llaman.

El pasado 7 de mayo se armó un jolgorio en los medios con un mensaje de Gustavo Petro que se pronunció a través de X, inmediatamente después de que la Corte Suprema ordenara la captura de Iván Name (expresidente del Senado) y Andrés Calle (expresidente de la Cámara) sindicados de haber recibido el primero, una coima de 3.000 millones de pesos, y el otro una de 1.000 millones de pesos, para favorecer las reformas pensional y de salud impulsadas por el gobierno del cambio. Los dineros provenían del saqueo a la UNGRD protagonizado, de igual manera, por funcionarios del mismo gobierno.

El mensaje de Petro, acompañado de una fotografía de Iván Name, decía textualmente: “saboteó la reforma pensional, la engavetó siete meses para que no quedará (sic) su tiempo de discusión/ se opuso a todos nuestros proyectos, y ahora va a la cárcel, sindicado de robar al gobierno y al pueblo / amoarecer busvo en em amor la.forma de extrae dinwros para pagar campañas en Bohitá” (sic)

La banalidad de buena parte del periodismo nacional, su incapacidad de propiciar discusiones serias, convirtió el mensaje en un argumento para ridiculizar al gobernante y “demostrar” sus supuestas adicciones. A su vez, las bodegas petristas y sus áulicos y seguidores fanáticos, repitieron hasta el cansancio que se trataba de un montaje. Con fe ciega, ellos asumían que el texto en discusión no había sido escrito por su gobernante.

Es la misma lógica con la que, mientras los unos tratan de disminuirlo por la evidente incoherencia de muchas de sus intervenciones; por uno que otro disparate que ha soltado en eventos internacionales; o por su pose culterana que lo lleva a citar párrafos que jamás han dicho o escrito algunos autores célebres; los otros, a su vez, tratan de revestirlo de una “inteligencia” superior, un “conocimiento” inusitado sobre lo divino y lo humano; una “sabiduría” que supera la genialidad y una oratoria que “estremece” y opaca a los gobernantes de todo el mundo.

Ni lo uno, ni lo otro.

Petro escribió mal el último párrafo, lo digitó mal, es cierto. Pero la frase es coherente con el espíritu general del texto. Quiso decir: “al parecer buscó en el amor la forma de extraer dineros para pagar campañas en Bogotá”

La argumentación de Petro es perversa, malintencionada y carece de toda ética. El gobernante del cambio plantea una mentira descomunal al denunciar solamente a Name, el senador, cuyo apellido demarca una larga historia de personajes que se han enriquecido dolosamente con los dineros públicos, y que ha sido elegido ya como liberal, ya como integrante del partido verde, o por coaliciones lideradas por el partido conservador; pues al ser el único “denunciado” en el “trino”, permite esclarecer que Petro oculta con premeditación una información vital.

Ocurre en efecto que, para el gobierno del cambio, solo Name es un corrupto, mientras la entrega de la otra gran suma al expresidente de la Cámara de Representantes Andrés Calle es maliciosamente ignorada, por la elemental razón de ser él un petrista de “raca mandaca“.  

El predicamento según el cual, la corrupción de los otros es una corrupción mala y combatible, pero la corrupción de los míos no solo es buena porque se ejerce al servicio de una buena causa, sino que hace parte de una estrategia brillante en la que, utilizando todas las formas de lucha, lograremos nuestros objetivos, es una verdadera, auténtica e indigerible falacia.

No, no es que Name haya buscado al “gobierno del amor” para esquilmarlo a él y al pueblo, no. El “gobierno del amor” fue hasta Name y lo sobornó por iniciativa propia, en el marco de una estrategia corrupta de compra de votos con recursos públicos para garantizar la aprobación de sus proyectos. Lo sobornó a él y sobornó a uno de sus congresistas (que hacía parte de las fuerzas de ese gobierno al interior del congreso). El hecho es una operación integral de corrupción en la que el gobierno del cambio, a espaldas de los intereses del pueblo, está comprometido hasta los tuétanos. La misma operación integral de corrupción que han protagonizado todos los gobiernos en los últimos 100 años de nuestra historia. No son diferentes. Con la corrupción no pasó nada. La corrupción fue inmune al cambio.

La intencionalidad del “trino” es clara. El señor Petro lo compartió dos veces sin ninguna modificación o corrección y fue solo dos horas después de haberlo emitido que el mensaje fue borrado de su cuenta.

Separar a Name de Calle, y separar a Name de las prácticas de compra de votos del gobierno del cambio, es – por lo menos- una patraña infantil, pues los hechos son francamente inocultables.

No hay, ni desde la ética, ni desde la ley, manera alguna de justificar todo lo que se resume en esos actos que comprometen a políticos corruptos, sí; a funcionarios corruptos, sí; pero también a ministros de este gobierno y al que lo dirige.

Ese evento fue el ejercicio cuidadoso y matrero, de una política estatal.

En el año 2019, el poeta Juan Manuel Roca publicó Manténgase lejos de los Tibios. Escritos libertarios” (Taller de Edición. Roca. Bogotá). Leerlos es, de verdad, un genuino placer. Rescato para hoy la “canción anarquista” que asumo, a propósito de estas posiciones deplorables, como una oda a la entereza, a la independencia; una renuncia a la reverencia, a la abyección, a la idolatría carente de vergüenza. Son párrafos escogidos al azar.

“De lo único/ que en verdad/ me siento complacido/ es de lo que no soy/. No soy/ el tartufo/ que quisiera/ tener una docena/ de manos/ para aplaudir/ sin tregua / el paso del rey/… No he sido apóstol/ de un señor/ de horca y cuchillo/ capataz/ de su oscura cosecha/. No soy intérprete/ de los himnos, / patriota del vacío, / policía, granadero, / cadáver insepulto, / guía de insomnes/ o caudillo/ de mí mismo…”

Juan Manuel Roca, páginas más adelante, pareciera escribir uno de los colofones probables para esta reflexión de hoy: “Libertad y poesía son dos palabras siamesas”…es cierto.

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28 respuestas a «Cosas de los catecismos y de la política.»

Empezamos con ese monstruoso catecismo de un tal Astéte famoso por su deseo de heredar a Torquemada y querer revivir la inquisicion. Pues ese libraco llamado catecismo de astete es el último rezago de la peor herencia catolica española dirigido a mantener el terror por medio de la fé y aparentemente logró afectar algunas generaciones en colombia.
En el siguiente entuerto encontramos el mensaje del presidente de los colombianos con aparentes señales de redacción debidas al consumo de estupefacientes lo cual va mut bien y en aintonía con la bolsita de cocaina y la cucharita inhaladora descubiertas en la mesa de juegos de los lideres mas poderosos de europa esta semana.
Vaya, casi todos son consumidores de cocaina en esos puestos de gobierno.
Con respecto al asunto del tal Name y Calle me parece que la cosa va de la siguiente manera:
Para poder sacudirse el perro de sus pulgas
Le toca darse unos golpes fuertes contra el mundo ó rociarse de veneno todo el pellejo incluso a riesgo de morir envenenado el mismo….creo que esa es la tecnica que esta aplicando el señor presidente.
Y finalmente sin dudas Roca y otros poetas Como Julio Florez ó Jose Asuncion Silva siempre son grandiosos cantando todo aquello que no fueron…

Y para algunos de nuestros compañeros lectores… volver a leer el Principe de maquiavelo y “ entenderlo..”

Vale la pena seguir tu recomendación Eduardo. Una de las frases más lapidarias de Nicolás fue: “Un príncipe nunca carece de razones legítimas para romper sus promesas». Y ahí están todos ellos, desde todas las orillas, haciendo lo que les enseñaron.

Prefiero un gobierno fracasado en sus intereses de reformas, pero con los valores la ética y los principios íntegros. El todo se vale no es de recibo para quienes quieren los cambios que se necesitan. Sin ética ni moral, no habrá futuro para quienes quisieron cambiar toda esta inequidad, con las mismas practicas que censuramos.

Lo dicho, Luis Alfonso. Sin ética, la política no es política, el gobierno no es gobierno. Gracias por participar.

Hola Luis Alfonso. Muchas gracias por tu lectura y comentario. Creo que la ética es el maní de la discusión política de hoy. La desaparición de los principios en la vida, en los negocios, en la política, en la academia, en la ciencia… lo está destruyendo todo.

No veo a Petro diciéndole a la mona Ortiz: ” Vaya llévele esa platica a Name a ver si me aprueba las reformas” ¿Vos sí? Yo no. Algo más tuvo que haber pasado. Ojalá que los encanaos sigan cantando.

Hola Juan Fernando. Gracias por leer y comentar. La sabiduría popular enseña que si ves que camina como pato, grazna como pato, actúa como pato, entonces es un pato, para señalar la obviedad de la congruencia entre lo que la gente es y lo que la gente hace. Eso explica por qué nadie necesita haber visto al señor Álvaro Uribe disparando sobre la cabeza de un falso positivo, para entender lo que tuvo que ver con ese acto criminal; o haber visto in fraganti a uribito metiéndose al bolsillo la plata de sus entuertos, para saber que sí lo hizo.

Tienes razón José. ¿Quién está al mando?, ¿cuál es el pensamiento que inspira el ejercicio del poder? ¿Cuáles los principios que lo rigen?

Maravillosa columna Alberto. Disfrute enormemente a Juan Manuel Roca. Hay que volverlo a leer. Y por supuesto recordé muchísimo al Padre Astete. Abrazos.

De pronto, pero no creo. Petro no tiene un peso, o si lo tiene, lo tiene muy bien escondido. En cambio Uribe y asociados, nadan en oro y sangre.

De verdad que hay personas que leyeron y no entendieron a Maquiavelo, o de verdad, fueron casi que descerebrados no solo por lo inculcado a través del Catecismo del padre Astete, sino por los pecados de pensamiento obra y omisión que comete el ser humano, como se repite cada domingo en las misas. Que esto suceda en personas mayores porque no fueron capaces de cambiar al ritmo del cambio de la sociedad la ciencia y la tecnología , es hasta aceptable; pero que suceda en personas menores de 40 años y con menos influencias que las vividas por los mayores, aunque aceptable, ya la culpa está en la manipulación social a través de los medios de comunicación y esclavitud a los celulares y similares que las élites manejan a la perfección.
Mal de muchos consuelo de tontos es la premisa que se predica en el 80% de nuestra sociedad, y entonces se dice: La corrupción y la violencia está en el adn del pueblo colombiano dada la calaña de gente que nos colonizó, entonces no se hace nada para darle un rumbo diferente al país. Y no se hace nada porque a las elites el status quo es el que les favorece y el pueblo elector que es el responsable de imprimir el cambio está más enchuspado y desorientado defendiendo el sálvese quien pueda y como pueda.
Las salidas en falso del actual presidente aunque son cuestionables, no son menos graves que la de los anteriores gobiernos, y si el palo que se le da a petro ha de servir para que el 30% de quienes votamos sirva para saber elegir congreso y presidente, bienvenido sea, pero todos sabemos que eso es parte de lo que Maquiavelo enseña sobre el como adquirir y conservar el poder. Cosa que quizá la franja abstencionista sabe o simplemente les da lo mismo que cualquier corrupto llegue al senado o a la presidencia.
Los descaches, embarradas y desafueros que comete petro, me atrevo a decirlo sin rubor que, lo hace a propósito, para mantener el foco y como una manera de hacer proselitismo. Por eso aquello de que, arrieros somos y en el camino nos encontramos.

No sé Jose. Me agobia que la ética no tenga ningún sentido. Me angustia que las reflexiones que nos hacemos se centren, en este caso, en “la luz” que irradia Maquiavelo, y no seamos capaces de tomar distancia. Siento que Maquiavelo no es precisamente, un ejemplo a seguir. Abrazo agradecido

Yo he tenido fe, el padre Astete, no fue del todo malo en mi sentir y respecto a Petro, sigo pensando en que es mejor lo que hoy tenemos a la corrupción de lo instalado en el Estado. Hay cosas que no aplaudo de este gobierno, pero lo prefiero a todos los anteriores mandatarios que pudieron hacer y deshacer y ayudaron a corromper todo hasta la médula con el narcotráfico y los torcidos a lo largo y ancho. A las izquierdas nunca les han gustado a los poderosos de mi tierra.

Helena, hola. Siempre agradezco mucho tu lectura y tus comentarios. Mi intención con el tema tratado es propiciar una reflexión sobre la ética. Siento que si la ética es destrozada, envilecida, borrada de un tajo, nada en la existencia de esta especie que somos, tendrá sentido. Me gustaría conocer tu pensamiento sobre la ética, sobre los principios esenciales que nos deben caracterizar como especie humana. Un abrazo.

La ética es fundamental en el devenir decente, para mi se fundamenta en la moral entendida como el bienestar primero consigo mismo e irradiada a lo que nos rodea. Es muy difícil entender los valores de los políticos, hoy en día cuando para ellos priman los intereses particulares y gremiales y a esa clase dominante, que no se para en consideración para ganar 23 billones de pesos en los últimos 20 años a costa de quitar los beneficios ganados por las clases trabajadoras y estar tan campantes, celebrando los hundimientos vergonzosos del quehacer político; no me gustan unas cosas como le dije don Alberto de este gobierno, pero esa derecha corrompida en mi sentir, no debe seguir tragándose mi país. Gracias por su atención, y claro que estoy de acuerdo con esos principios esenciales que usted cita. Ahí no hay discenso

Hola Helena, muchas gracias por tus aportes. Mi agobio estriba en que todos, de una u otra manera tenemos una definición de la ética en consonancia con la moral y la virtud, y todos decimos entender la importancia de la ética como una impronta de nuestra especie y una necesidad vital para la existencia y devenir de las sociedades. Pero cuando esa ética no se ejerce, tenemos también la tendencia a juzgarla con mangas anchas cuando compromete actitudes y comportamientos de gente con la que nos identificamos. Me horroriza que la corrupción ejercida por los funcionarios y cuadros y dirigentes y ministros que provienen de las entrañas del Pacto Histórico, la veamos como “estrategias”, “sapos que hay que tragarse”, jugadas políticas en beneficio de la causa, y las dejemos pasar. Eso me horroriza. Claro que tu análisis sobre la injusticia y la barbarie y las atrocidades históricas de las clases dominantes son ciertas, pero el peso específico de esa realidad no necesariamente justifica la corrupción de quienes dicen combatirlos.

Si muy complejo el ser humano y la miseria que arrastramos. No es sino ver los gobiernos del mundo y los áulicos que miran con indiferencia, por ejemplo a Palestina…. También vivo agobiada…. No justifico lo que hay en el todo vale, pero cambiar nuestro sistema no es posible con la clase política, que torcidos y que ambición! Que tal la ética de los presidentes del congreso? Entre otros…. Gracias de verdad por su atención

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